Síndrome del intestino permeable, ¿qué es? y ¿qué hacer?

La permeabilidad intestinal, también llamada síndrome del intestino permeable o agujereado es un desequilibrio a nivel intestinal que se refleja en todo el organismo y que se ha visto aumentado exponencialmente a lo largo de los últimos años.

Este aumento estará relacionado por el ritmo y estilo de vida que llevamos. El estrés y una alimentación poco adecuada (principalmente en lo referente a la calidad) llevan a la inflamación de la pared intestinal y a que se haga permeable.

¿Qué es el Síndrome del Intestino permeable?

El Síndrome del Intestino Permeable es una alteración de la pared del intestino delgado que hace que sustancias y microorganismos pasen esta barrera y lleguen al torrente sanguíneo. Esta situación presenta un conjunto de síntomas muy dispares, lo que dificulta un posible diagnóstico.

Pero empezaremos poco a poco para entender mejor cómo funciona este síndrome.

La barrera intestinal

Nuestro intestino es una barrera, similar a la piel, que separa la zona exterior de la interior.

En una persona sana, la mucosa del intestino delgado tiene una superficie extendida de entre 400 y 600 m2.

En el caso del intestino, el exterior no está realmente fuera del cuerpo pero está en contacto con sustancias que no deben entrar en la circulación sanguínea, por lo que serán eliminadas al final del proceso de digestión. Así, nuestra barrera intestinal regula de forma selectiva el paso de sustancias entre la luz intestinal y el torrente sanguíneo.

La capa protectora de la mucosa intestinal está cubierta por una sustancia viscosa donde se puede encontrar la microbiota intestinal (más conocida como la flora intestinal y que tiene importantes funciones protectoras) y debajo una capa de inmunoglobulinas A, que sirven de protección y defensa.

El epitelio intestinal tiene como funciones la absorción de nutrientes y eliminación de sustancias que podrían ser prejudiciales a nuestro organismo.

Para poder realizar correctamente sus funciones, el paso de un lado del intestino al otro tiene que ser posible (pero controlado). Este trasnporte se hace cruzando a través de los enterocitos (así se llaman las células intestinales) o pasando entre ellos.

Los enterocitos se unen entre ellos a través de unas proteínas específicas que tienen la propiedad de poder abrir o cerrar el paso a las moléculas que quieren llegar al torrente sanguíneo, permitiendo apenas el paso a las que cumplen con unas características. A este paso de un lado al otro de los enterocitos se llama permeabilidad intestinal.

Alteraciones en la permeabilidad intestinal

Cuando se produce una alteración en la permeabilidad intestinal (o sea, cuando el paso entre enterocitos no está tan controlado como debería y están pasando moléculas que deberían estar prohibidas), entran en la sangre sustancias que no deberían hacerlo, afectando a los sistemas (hormonal, inmunitario, nervioso, respiratorio, digestivo, reproductivo). Dependiendo de las sustancias que sean, así serán las consecuencias y los síntomas.

Si lo que pasan son sustancias tóxicas, se pueden desencadenar enfermedades inflamatorias digestivas, autoinmunes, alergias e intolerancias alimentarias. En cambio, si pasan bacterias, hongos u otros microorganismos, veremos aumentada nuestra susceptibilidad a desarrollar enfermedades infecciosas, que incluso puede ser de gravedad al tener un sistema inmune deficitario.

¿Cuáles son las consecuencias del aumento de permeabilidad intestinal?

El aumento de la permeabilidad intestinal aumentada parece estar presente en numerosos desequilibrios y enfermedades:

  • Eccema
  • Urticaria
  • Dermatitis
  • Distensión abdominal
  • Diarrea o estreñimiento
  • Flatulencias
  • Síndrome del colon irritable
  • Colitis ulcerosa
  • Enfermedad de Chron
  • Psoriasis
  • Artritis reumatoide
  • Asma
  • Tiroiditis
  • Síndrome de fatiga crónica
  • Enfermedad celiaca

¿Cuáles son las causas del aumento de permeabilidad intestinal?

Las causas del aumento de permeabilidad intestinal son muy variadas.

Pueden ser de origen extradigestivo (estrés por ejemplo), de origen digestivo (una lesión directa de la estructura de la pared intestinal producida por enfermedades, medicamentos o por agentes como el tabaco, el alcohol, los metales pesados o sustancias tensoactivas alimentarias).

La disbiosis (desequilibrio de la microbiota intestinal) puede ser a la vez causa y efecto de daños en la barrera del intestino.

¿Qué sintomas se pueden sentir?

Un intestino permeable puede provocar varios síntomas y la alteración de la permeabilidad intestinal puede depender de causas tanto externas como internas. Por eso es importante, en primer lugar, identificar si existe un desequilibrio de base o sí es este la base del desequilibrio.

Generalmente, se caracteriza por:

  • Diarrea
  • Cansancio
  • Cefaleas
  • Hinchazón abdominal
  • Intolerancias alimentarias
  • Dificultad para bajar de peso
  • Dolor articular
  • Problemas de piel

¿Cómo cuidar la mucosa intestinal?

Es posible que existan factores genéticos que faciliten el desarrollo de la permeabilidad intestinal. En la parte de la genética, difícilmente podemos influir. Sin embargo no es motivo para quedarse de brazos cruzados ya que hay mucho que podemos hacer para cuidar nuestra mucosa intestinal.

Cómo en todos los problemas de la vida, lo primero es identificar la causa para poder actuar en ella. Y aunque no siempre sea fácil, cruzarse de brazos solo nos llevará a sentirnos peor cada día. El intestino permeable necesita atención.

Actualmente sabemos que los factores ambientales juegan un importante papel en la alteración de la permeabilidad.

Cómo bien decía Hipócrates, que tu alimento sea tu medicina. Comer bien es primordial. Y con comer bien me refiero a comer de forma equilibrada, variada y evitando alimentos que contengan metales pesados, antibióticos, conservantes y colorantes artificiales y un largo ectecétera. O sea, procurar consumir alimentos de calidad y, siempre que posible, ecológicos.

También una vida activa y una correcta hidratación facilitarán el trabajo del intestino y nuestro estado óptimo de salud. Si piensas en el intestino como una espacio de separación de residuos, es lógico pensar que si los productos no están circulando de forma adecuada, la acumulación es inevitable. Y ¿qué pasa cuando acumulamos muchas cosas? Pues que al final la separación entre lo que nos sirve y lo que no será complicada y seguramente tiramos cosas que necesitaremos y guardamos basura.

Igualmente hay que darle la merecida importancia al descanso. El descanso del intestino y del sistema digestivo, no comiendo constantemente (el ayuno controlado no es tan malo como lo pintan) y también el descanso nocturno. No solo porque se ha visto que el sueño interfiere con el sistema inmunitario (que también), sino porque un todo nuestro organismo funciona mejor cuando está descansado y relajado.

Y por hablar en relajado, el estrés está muy relacionado con la permeabilidad intestinal aumentada. Llevamos una vida muy acelerada y se nota en nuestra salud. Otro punto a controlar.

En resumen, ¿qué hacer? Y ¿qué evitar?

  • Ejercicio físico
  • Hidratación
  • Alimentación variada y equilibrada (si es necesario, se puede contar con la ayuda profesional)
  • Estrés
  • Alcohol
  • Café
  • Tabaco y otras sustancias
  • Ahumados
  • Alimentos procesados ( y todos los que puedan contener metales pesados, antibióticos, conservantes y colorantes artificiales)
  • Evita las semillas, cereales y legumbres durante unos meses (posteriormente se podrán reintroducir)

¿Se puede reequilibrar la mucosa?

Algo muy positivo que tiene nuestro organismo es su capacidad de autocuración. Si le damos tiempo y los cuidados adecuados, volverá a equilibrarse y a recuperar sus funciones normales. Aunque no sea posible para todas las células de nuestro organismo, para el intestino sí.

Para recuperar la mucosa intestinal, lo primero es retirar todo lo que la está dañando o que la puede dañar. El siguiente paso es añadir a nuestro estilo de vida todo lo que va a beneficiar ese equilibrio. Esto es, elimina todo lo que haya que evitar (por lo menos inicialmente, después se podría valorar la reintroducción), empieza a practicar ejercicio moderado, bebe suficiente agua, come bien y todos los consejos que te he ido dando a lo largo de este post.

Deberíamos valorar la introducción de algunos productos o suplementos:

  • Probióticos (reducen el riesgo de disbiosis y fortalece el sistema inmune)
  • Glutamina (la hay ya con vitamina B6, te dejo enlace)
  • Vitamina B6
  • Zinc

Estos productos se pueden incluir en la alimentación a través de alimentos específicos, sin embargo, de forma inicial, es necesario tener en cuenta que no siempre es posible controlar las dosis y las contaminaciones cruzadas.

Probióticos: kéfir

Glutamina: nueces, pavo, pollo, espinacas

Vitamina B6: pollo, salmón, nueces

Zinc: chocolate negro, ostras.

Una vez equilibrada la mucosa, sería beneficioso mantener los hábitos favorables para evitar las recaídas del intestino permeable. No significa que no se puedan introducir pequeños caprichos, pero evitar volver a la situación de daño intestinal.

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